sábado, 4 de febrero de 2012

Farmacéuticas I: El Apostolado Moderno I

Uno de los comentarios más recurrentes a últimas fechas en los programas de Enrique Ganem ( por ejemplo este video ) es el relacionado con los fármacos. La idea fundamental es que las farmacéuticas producen enormes beneficios a la humanidad corriendo grandes penalidades y obteniendo beneficios injustos. Según Enrique Ganem, el monopolio por 25 años sobre los medicamentos de patente es ridículamente bajo, en especial comparado a los derechos de autor, pensando en que estos últimos producen escaso beneficio despúes de un tiempo relativamente corto, mientras que las drogas objeto de patentes siguen y siguen produciendo beneficios a la humanidad y deberían beneficiar en una mayor proporción a las farmacéuticas para compensarlas por su enorme inversión, a todas luces útil para la sociedad.

Éste no es un argumento original o singular. Lo encontramos fácilmente en muchos defensores del Establishment Científico, junto con números que demuestran que el costo de desarrollo está en los cientos de millones de USD, pudiendo sobrepasar los mil millones en algunos casos. Y los tiempos de desarrollo son igualmente largos: de 7 a 15 años, abonando a la idea de que las farmacéuticas corren grandes riesgos para los beneficios recibidos. Vemos por ejemplo datos como:

"Para drogas ingresando a pruebas clínicas humanas por primera vez entre 1989 y 202, el artículo estimó el costo por droga nueva en 868 millones. Sin embargo, nuestros estimados varían de cerca de 500 millones a más de 2mil millones, dependiendo en la terapia y la firma desarrolladora"  Referencia

"Por ejemplo, Pharmamar, una de las empresas más importantes de biotecnología farmacéutica a nivel mundial, gracias al desarrollo de diferentes anticancerígenos que han logrado en los últimos años (ejemplo ), estaba gastándose entre 600 y 900 millones con cada tratamiento, que son unos 60-90 millones anuales."   Referencia

"Ha costado casi 20 años de investigación y 420 millones de euros de inversión, de devaneos en bolsa y de tropiezos en las agencias regulatorias. Pero, finalmente, Pharmamar, la filial del grupo gallego Zeltia, consiguió el pasado verano sacar adelante su primer compuesto, Yondelis, un fármaco que se ha convertido también en el primero para el cáncer desarrollado por una compañía española."    Referencia


Lo que Enrique Ganem y sus colegas defensores de las farmacéuticas nunca se molestan en aclarar es:
1-¿Porqué alguien tendría interés en hacer semejantes inversiones a un mercado tan ingrato como el que ellos pintan?
2-¿De dónde viene el dinero que permite a las farmacéuticas continuar en su apostolado?

Veamos:

"En 1999, Roche lanzó al mercado Tamiflú, un antigripal de última generación cuya venta no generaba ganancias espectaculares. Eso, hasta este año, cuando la crisis erigió al antiviral como el más efectivo para contrarrestar el virus. Las ventas del fármaco subieron en más de 260%, por más de 500 millones de dólares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los gobiernos deben comprar dosis suficientes para cubrir al 25% de la población, y Roche ya no da abasto."   Referencia

"Los principales laboratorios productores de vacunas y medicamentos para la influenza humana se perfilan a manejar un negocio de ocho mil millones de dólares, de los cuales sólo una parte se generará este año, como lo demuestran las cifras del consorcio Roche.

El crecimiento de los negocios del laboratorio suizo fue de 11 por ciento en los primeros nueve meses del año, la mitad por el Tamiflu, el mas usado contra la enfermedad, y cuyas ventas se quintuplicaron en ese lapso y sumaron dos mil millones de dólares (mmd)."   Referencia

Olvidémonos de la feliz coincidencia de que surgiera una enfermedad adecuada al fármaco desarrollado. El caso aquí es que las ganancias para este medicamento convierten a la inversión original en morralla, y al preocupado Enrique Ganem en un ( involuntario? ) cuentachiles.

¿Qué hay de otros fabricantes y fármacos con menos "suerte"?

"Farmacéuticas nuevamente clasificaron como el sector más rentable en los EEUU, encabezando la clasificación anual Fortune 500 de las principales industrias de EEUU, publicado este mes.

La industria farmacéutica encabezó las tres mediciones de la revista Fortune de rentabilidad para 2001, haciendo esta década la tercera en la que la industria ha estado en el tope o cerca en todas las medidas de rentabilidad de la revista. 

Ganancias totales de las compañías Fortune 500 declinaron 53% en 2001, mientras que los 10 mayores fabricantes de drogas de EEUU incrementaron sus ganancias en 32% de 28 mil millones ( 20 mil millones; 31 mil millones ) a 37 mil millones, de acuerdo con el análisis de Piblic Citizen de información sobre Fortune 500. Juntas las 10 compañías fabricantes de drogas en la lista tuvieron las mayores gancias por ingresos, reportando ganancias de 18.5 centavos por dólar de ventas, ocho veces mayor que la media de todas las industrias Fortune 500, que fué de 2.2 centavos"  Referencia


Eso ya suena más coherente con las ganas de invertir decenas de millones de USD por años y años, ¿no? Entonces esto empieza a parecer un apostolado muy redituable. A estas alturas, Enrique Ganem debería estar ya más tranquilo.

Ahora, ¿qué tipo de negocio es el farmacéutico, por el que Enrique Ganem estaba tan preocupado? Veamos:

"Sudáfrica autorizó en 1997 la producción local de antivirales para el sida y la importación a bajo precio de genéricos. Treinta y nueve de los más grandes laboratorios denunciaron entonces al país africano por violación de los acuerdos internacionales. "El escándalo alcanzó tales dimensiones que los industriales debieron renunciar a su reclamación el 19 de abril de 2001. Pero el Gobierno norteamericano tomó su relevo de forma más discreta hasta que hizo renunciar a los países recalcitrantes y los obligó a adoptar una interpretación rígida -la suya- sobre el derecho internacional de patentes", dice Philippe Pignarre en su libro 'El gran secreto de la industria farmacéutica' (Gedisa, 2005), donde deslegitima al rubro luego de trabajar en él por 17 años. 

¿Son unos monstruos los tipos que lideran estas empresas? Para Jean Ziegler, sociólogo suizo y relator especial de la ONU para los derechos de la alimentación, el problema es la ?moral capitalista?, que describe en su reciente libro "El imperio de la vergüenza" (Ed. Fayard, París, 2005).
Desde Ginebra, Ziegler dice a LND que esa lógica impera en este tipo de empresas: "La capacidad de investigación de la industria farmacéutica es muy impresionante. Pero ellos producen casi exclusivamente para los mercados adinerados. Ejemplo: entre 1975 y 2000 fueron creadas más de 1.800 moléculas nuevas, pero sólo 16 de ellas fueron para el tratamiento de enfermedades tropicales, como la malaria, que afecta a gran parte de la humanidad y causa gran mortandad".

"Las farmacéuticas nos han hecho entrar en la era de la barbarie cuando han decidido tener como eslogan 'los beneficios de hoy son los medicamentos de mañana'. Esto quiere decir: no cuestionen nuestras patentes, porque si no pararemos de inventar medicamentos para sus enfermedades. En otras palabras, dejen morir al 90% de la población del mundo si quieren que continuemos investigando", reclama Pignarre, catedrático de la Universidad de París-VIII. El docente galo acusa a la industria de retocar viejos medicamentos y presentarlos como nuevas alternativas terapéuticas y ocultar sus riesgos secundarios."  Referencia

Entonces, y para no hacer el cuento más largo, Enrique Ganem repetidamente aboga por una industria con gigantescas ganancias, que amenaza a países enteros para mantener esas ganancias, y comete todo tipo de prácticas oligopólicas con consecuencias criminales para millones de personas. Enrique Ganem propone que se alargue el período de derechos de patente para que las farmacéuticas incrementen sus ganancias, con el sólido e irrefutable argumento de que "algunas farmacéuticas han quebrado desarrollando un fármaco", como dijo en alguna de estas intervenciones.

Como vemos, el argumento de Enrique Ganem y colegas no es sólo falaz, sino francamente ofensivo, opuesto a la realidad y a las verdaderas necesidades de esa sociedad a la que dicen favorecer.


Continuación: La Píldora Filosofal I

No hay comentarios.:

Publicar un comentario