sábado, 7 de abril de 2012

Ciencia Ficción II - El Huevo de Dragón

El jueves 5 de abril, Enrique Ganem explicaba sobre la vida como un conjunto de reacciones químicas y decía:

"El ritmo con el que se suceden reacciones químicas es limitado. Es muy muy rápido pero es limitado. Y la vida depende de reacciones químicas hasta donde podemos decirlo ... Existe otra posibilidad de un caso de un ser vivo que vive con un ritmo mucho mayor que el nuestro o mucho más lento que el nuestro. Hay una novela que ya he mencionado antes, una novela de ciencia ficción que se llama El Huevo del Dragón, donde se habla, desde luego de una manera muuuy muuy hipotética, muy poco probable, de la existencia de vida en la superficie de una estrella de neutrones, que es el objeto más denso justo antes de convertirse en pozo negro. Una cucharada de un cm cúbico de perfil de la materia que forma una estrella de neutrones pesaría lo mismo que el Popocatépetl...Para los que no conocen la Cd. de México, está limitada...hacia el suroeste, por dos grandes volcanes...En la novela El Huevo del Dragón, desde luego de una manera completamente hipotética, se habla de cómo un ritmo de vida diferente para un organismo puede hacer que se vuelva irreconocible para nosotros...No sabemos si toda la vida en el Universo está basada unica y exclusivamente en reacciones químicas."

Es muy desafortunado que Enrique Ganem se pusiera a divagar sobre la Cd. de México y los volcanes mencionados ( que están al sureste, no suroeste ) porque perdió la oportunidad de explicar correctamente la relación de esa novela con el tema en turno.

Lo que la novela dice ( en la traducción de Albert Solè ) es:

"Los núcleos de la corteza cristalina, ricos en neutrones, ahora podían genera compuestos nucleares cada vez más complejos. Puesto que en la formación de los compuestos nucleares entraban en juego las notables fuerzas de interacción nuclear, en vez de las débiles fuerzas electrónicas de atracción molecular operantes en la Tierra, dichos compuestos se formaban a velocidades nucleares y no a velocidades moleculares. Millones de combinaciones químicas nucleares se llevaban a cabo cada microsegundo, en vez de unas pocas, como sucedía en la Tierra."

Al final de la novela se lee: 

"Unos y otros seguiremos caminos distintos, buscando la verdad y su conocimiento a través del espacio y del tiempo. Vosotros, en mundos donde el electrón lo es todo; nosotros, donde predomina el neutrón".

Entonces, la principal razón de la diferencia de escalas ( en la novela se explica que es de un millón a uno ) es el tipo de química, no la gravedad. Enrique Ganem desperdicia una magnífica oportunidad de explicar que nuestra química, como bien lo dice Forward, está basada en el electrón y eso le confiere sus características básicas. En el mundo imaginado por el escritor, los electrones son casi convidados de piedra y la vida sigue siendo química, pero muy diferente.

Otra cosa que dice Enrique Ganem es que la diferencia de escalas hace que los cheela ( el nombre de los habitantes de la estrella de neutrones Huevo ) nos sean irreconocibles. Muy por el contrario, Forward imagina un mundo donde las etapas humanas son remedadas ( o reproducidas, si se prefiere ) a través de su historia, una vez que alcanzan la inteligencia y empiezan a desarrollar su civilización.

Después, cuando ambas especies entran en contacto, sucede una enorme antropomorfización voluntaria ( si la "involuntaria" planteada por el autor no era suficiente ) porque los "conquistados" culturalmente ( los cheela eran bárbaros al momento del contacto ) toman los modelos y hasta los nombres humanos al ser instruidos por estos.

Huevo de Dragón es una novela de ciencia ficción dura ( el mejor subgénero de ella ) pero no por eso resulta menos amena. Y como ciencia ficción dura, entra en el campo del famoso axioma:

En una situación de infinitud, todo lo posible existe de hecho.

Con lo que las notorias advertencias de Enrique Ganem sobre su improbabilidad no son sólo superfluas sino engañosas.

Huevo de Dragón y su continuación, Estrellamoto, son novelas por demás recomendables, tanto si se quiere explorar el tema de la vida extraterrestre inteligente como si sólo interesa el de el aspecto químico diferente para una biología.

Como dato interesante, el nombre de la novela y de la estrella vienen de que, cuando es detectada en la Tierra, la estrella de neutrones hogar de los cheela aparece en la constelación de Draco, al final de la cola del dragón, "como un huevo recién puesto".

Además de eso, Robert L. Forward hace un homenaje a Larry Niven, uno de los más conocidos autores de ciencia ficción dura ( Mundo Anillo y sus secuelas ) en relación a su novela corta Estrella Neutrónica, ganadora de un Premio Hugo.

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