"Llegaban al pueblo, detenían su carrito, hacían sonar una campana, salían muy bien vestidos para verse muy serios, con un frasquito que decía 'les voy a vender extracto de veneno de serpiente de cascabel...y el resultado es un medicamento que cura todo, desde la gota hasta el cáncer'. Estas personas vendían sus frasquitos, agarraban todo el dinero que podían y luego salían volados del pueblo. Los tontos que se quedaban más tiempo del debido y que eran identificados como charlatanes, lo que les llegaron a hacer en algunos pueblos es que, si no los linchaban, los bañaban en brea y luego les echaban plumas encima...En el mundo moderno, espero que nuestro comportamiento sea un poco más civilizado pero ese tipo de gente todavía existe, y ahora se sigue disfrazando como en el pasado de gente seria, que vende cosas que pueden curar enfermedades que la medicina moderna todavía no puede tratar...Pero es mejor someterse a la medicina moderna que a los charlatanes que dicen que pueden curar todo con pastillitas rellenas de extractos de plantas"
A continuación se analiza lo dicho por Enrique Ganem.
I - Las promesas de los vendedores...de antes?
Siguiendo rigurosamente el manualito seudo-escéptico que dice que las emociones son mucho más útiles que los datos duros, Enrique Ganem se dedica a describir a los charlatanes rurales decimonónicos, pero se olvida de algunos detallitos.
Dice
"'les voy a vender extracto de veneno de serpiente de cascabel...y el resultado es un medicamento que cura todo, desde la gota hasta el cáncer'"
y también
"Pero es mejor someterse a la medicina moderna que a los charlatanes
que dicen que pueden curar todo con pastillitas rellenas de extractos de
plantas"
que tiene un gran parecido a
"Si llegan a encontrar el mecanismo para meter ese medicamento en
todas nuestras células, y parece que hay forma de conseguirlo, se podría
con una pastilla, probablemente, arreglar o cuando menos detener el
Parkinson, el Alzheimer, la diabetes tipo II...¡¡se podría curar la diabetes con una pastilla!!" Referencia
También dice