viernes, 25 de enero de 2013

El Sacerdocio de la Ciencia XIV - Metepatas Científico

En este video se muestra la plática de Mauricio-José Schwarz "Ten miedo, ten mucho miedo: El negocio de las teorías de conspiración", donde se habla de la famosa "conspiranoia", que es blanco favorito de las cientifiquísimas mofas de los seudo-escépticos. A continuación se analiza lo dicho por Schwarz.


I - Las teorías de conspiración sólo existen cuando meto la pata

Dice Schwarz:

(4:55) "Por poner un caso: durante mucho tiempo el Plan Cóndor, en el que estuvieron implicados varios países del Cono Sur, de Sudamérica y el gobierno de los EEUU, destinado a aniquilar físicamente a todos los disidentes y a toda la gente que fuera medianamente progresista, fué una teoría de la conspiración. Existía la idea de que había esto. Pero hasta que no se tuvieron las evidencias, no se pudo decir como lo podemos decir ahora, que existió el Plan Cóndor. Hay muchas situaciones reales. Hay muchas conspiraciones reales"

Sin embargo, en este comentario dice:

"No, no está en lo cierto, como no lo está ninguna otra teoría de la conspiración. Y, como todas las teorías de la conspiración, favorece una explicación simplista sobre una compleja para una serie de fenómenos diversos y a su vez complicados."

Lo cual va a tono con el resto del video antes referenciado, donde después de validar una teoría de conspiración, como se aprecia en la cita, se dedica a revolverlas todas en un gran paquete de tonteras y presentarlas extensiva y globalmente como lo que se resume en la segunda cita: TODAS las teorías de conspiración son locuras, por definición y sin excepción.


II - Las objeciones son razonables si las tengo yo

Dice Schwarz:

(12:26) "Todas las conspiraciones quieren controlar el mundo. Yo siempre me he preguntado pa'qué (...) el científico (...) quiere dominar el mundo. ¿Para qué?!? Es que es complicadísimo, se imaginan uds. estar a cargo de 6mil millones de irresponsables (...), de sus necesidades, de...no veo lógico. Pero siempre se quieren apoderar del mundo."

Y continúa burlándose de ideas y concepciones que él encuentra absurdas. Pero luego dice:

(36:04) "Y generalmente se basan en una cosa: si el conspiranoico cree que es imposible algo, decreta que es imposible (...) ¿por que? Porque no me lo imagino. ¿Y el que tu no te imagines algo es prueba de qué aparte de que tu imaginación no te la alimentaron cuando estabas en la escuela, chiquillo"

Como se ve, Schwarz cree tener la patente sobre qué cosas son razonables y cuáles no. Si él no lo ve lógico, el asunto es una tontera de chifladitos. Si alguien más no lo vé lógico, eso no es prueba de absolutamente nada más que de su incapacidad.

Lo cual alude a otra característica fundamental de la doctrina seudo-escéptica: no es sólo que el otro tenga una idea distinta, es que el otro es un imbécil por creer lo que cree, aún aplicando los mismos mecanismos que aplicó el seudo-escéptico para llegar a su conclusión.


III - El científico doble rasero

Como ya se ha explicado muchas veces en este blog ( por ejemplo en el punto III de este artículo o en el cuarto sofisma del primer punto de este artículo ), el seudo-escepticismo es una religión donde sus adeptos son enseñados que unas reglas aplican para ellos y otras para los demás, y que la ciencia es ir tergiversando axiomas y hechos según convenga, incluso múltiples veces en un mismo tema.

Es difícil juzgar si Schwarz tiene ese comportamiento en forma intencional o involuntaria, pero es evidente que va y viene de un punto a otro sin ningún criterio fijo más allá de denostar al objeto de su pánico ideológico.

Como también es evidente que es fundamentalmente imposible tener una idea clara de la ciencia y de la realidad con semejantes problemas cognitivos, y ese es el mensaje fundamental de esta serie La Religión de la Ciencia:

Nada de lo que diga gente con semejantes problemas puede ser tomado como cierto y MUY PROBABLEMENTE sea exactamente lo contrario a la verdad y la ciencia.


Conclusión

Nuevamente se muestra que el seudo-escepticismo, según lo practican los maestros de una extendida grey,  carece de cualquier viso de seriedad.


Referencias

Antecedente: El Sacerdocio de la Ciencia XIII
Continuación: El Sacerdocio de la Ciencia XV

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